Tenéis que venir a verla
Dir. Jonás Trueba | 2021 | Los ilusos Films
Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Karlovy Vary 2022.
Después de aquel largo periodo de confinamiento que vivimos Jonás me contaba su sensación de malestar con cierto optimismo por el futuro. Con la voluntad de relatar ese estado de ánimo surgió esta pequeña película que deseaba Jonás realizar antes de meternos en proyectos de un desarrollo más largo en los que estábamos trabajando. La rodamos en dos tramos, el primero durante el invierno y un segundo en la primavera; ambos segmentos apenas cuentan con unas pocas secuencias.
Transcurre en Madrid y arranca una noche en un café –con la magnífica colaboración de Chano Dominguez al piano que interpretaba por primera vez una pieza compuesta durante su confinamiento– continuaba con el paseo de la pareja protagonista hasta su casa y seguía unos meses después con su visita a la casa de la otra pareja que se han alquilado en el campo huyendo de lo urbano. De ellos apenas conoceremos unos pocos detalles que se cuelan en la conversación porque lo que hace Jonás es observar en directo a una pandilla de amigos que tienen que pelear con los golpes de acercarse a los cuarenta. Buscábamos rodearles de un tono simpático sin grandilocuencia. Con una factura naturalista de la imagen y sin una gran puesta en escena, o frases relevantes en el guion es significativa la sencillez lograda. Los cuatro protagonistas, con las convicciones particulares de cada uno, disfrutan de un concierto y una comida donde se ilusionan y se desesperan frente a cámara sobrevolando sobre ellos una sensación de no ser tan mayores pero estar ya perdidos.
Cuando me contó Jonás la película le dije que este sería su trabajo más “cuadrado”, sin sensación de continuidad lineal y con tan pocas secuencias pareciera adoptar una mirada de mero testigo. Pareciera no contar o juzgar nada y lo tiene todo; esta pequeña película es una invitación a muchos placeres y reflexiones. Sabíamos que un trabajo nuestro así tendría la apariencia y la ilusión de un cuento de verano o una partida de campaña. Espero que hayamos podido alcanzar de un modo sencillo cierta trascendencia desde lo aparentemente irrelevante de una comida de amigos y un día de campo como tantos otros.
